Qué es la Camelia?
Botánicamente las camelias pertenecen a la familia Theaceaeal y dentro de esta al género Camellia donde se clasifican más de 200 especies. Las camelias son originarias de Asia Oriental, principalmente de China, Japón y Vietnam.
La camelia es un pequeño arbolillo de hoja perenne de hasta 10m de altura. Las hojas son pecioladas, ovales, con el haz verde oscuro y el envés más pálido, gruesas y con el borde dentado. El tamaño oscila entre 5-11 cm. de largo y 2,5 – 6 cm de ancho, pero varía de unos cultivares a otros, y podemos encontrar hojas más pequeñas en las sasanquas, y otras hasta dos o tres veces más grandes del tamaño normal. La forma también es muy variable, algunas son largas y estrechas, otras puntiagudas, otras más redondeadas, e incluso algunos cultivares tienen hojas variegadas.
Las flores son terminales, solitarias o en parejas, de tamaño variable entre 3 y 10 cm. de diámetro y con gran variedad de formas y colores. En lo referente a las formas las hay sencilla, semidoble, anémona, peonía, doble incompleta o forma de rosa, y doble formal o informal y estas van desde el blanco más puro al rojo más intenso pasando por violetas, lilas, amarillos… Son plantas que suelen florecer en invierno
El fruto es seco y sólo aparecen variedades con flores simples o semidobles con carpelos fértiles, en cápsulas esféricas de unos 3 cm, bi o trilobulado, con una o dos semillas por cavidad de color parduzco.
Para qué se usa la Camelia?
Té de Camelia
Lo más utilizado de la camelia son sus HOJAS. La camelia es una planta que destaca por su alto contenido en antioxidantes naturales. Por ello su principal uso ha sido la fabricación de té (procedente de los brotes jóvenes de la Camellia sinensis). El té puede ser amarillo, blanco, negro, oolong, Pu-erh o rojo, verde, etc. en función del tipo de procesado al que se sometan las hojas de la camelia.
La Camellia sinensis también se la conoce como planta de té o arbusto de té y no se le debe denominar de manera errónea como «árbol de té», ya que el árbol de té es la Melaleuca alternifolia, planta completamente diferente a la camelia .
Aceite de Camelia
Las SEMILLAS de las camelias también se emplean, pero en este caso con fines cosméticos. De estas semillas se extrae el conocido Aceite de Camelia, empleado como producto cosmético desde la Edad Media en Japón por parte de las Geishas. Se trata de un aceite seco de gran poder antioxidante y rápida absorción que puede ser empleado para cabello, rostro y cuerpo.
Flores de Camelia
Las FLORES se emplean con fines decorativos. Las camelias son unas de las flores más bellas y variadas de la naturaleza, las hay de todo tipo de formas y colores por ello las flores son empleadas para dar color a los jardines, sobre todo en invierno que es cuando florecen
La Camelia y la Cosmética
El origen del aceite de camelia con fines cosméticos se sitúa en Japón. Se cree que el uso del aceite de camelia en Japón se remonta a la antigüedad, posiblemente en el período Nara (710-794 d.C.) o el período Heian (794-1185 d.C.). Durante estas épocas, el aceite de camelia se valoraba por sus propiedades beneficiosas para la piel y el cabello.
Su uso se popularizó en Japón en la Edad Media, durante el periodo Edo (1603-1868). Durante este período, el aceite de camelia se popularizó entre las mujeres de la época quienes lo utilizaban para mantener su piel y cabello en buenas condiciones. En esta época destaca su uso por las antiguas Geishas quienes incluyeron el uso del aceite de camelia como parte de su régimen de cuidado diario de la piel y el cabello.
En China, durante las dinastías imperiales en China, el aceite de camelia también fue apreciado entre la aristocracia quienes lo utilizaban como parte de los rituales de belleza y cuidado personal de la nobleza.
En términos de su uso en cosmética, el aceite de camelia es apreciado por su composición rica en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitamina E. Estos componentes proporcionan beneficios hidratantes y nutritivos para la piel y el cabello. Además, el aceite de camelia se absorbe fácilmente y es conocido por dejar la piel suave y sedosa sin sensación grasosa.
El aceite de camelia ha ganado popularidad en la industria de la belleza y la cosmética como un ingrediente natural para el cuidado de la piel y el cabello. Se utiliza en productos como cremas hidratantes, aceites faciales, acondicionadores capilares y más. La rica historia de su uso en Japón y China ha contribuido a su reputación como un ingrediente de belleza valioso.