Si hay una flor especial para Acemelia esa es la camelia, con cuyas semillas elaboramos el aceite que más os gusta. Las camelias no solamente son una de las flores más bellas y deseadas desde tiempos inmemoriales sino que con ellas hemos creado un aceite perfecto para la piel, con propiedades muy beneficiosas que rejuvenecen y consiguen una hidratación extrema. Hoy os contamos el maravilloso historia de las Camelias Higo, las camelias secretas de los samuráis.
Hay tantas especies de camelias como historias entorno a ellas y hoy os queremos contar una de las más misteriosas. El origen de las camelias Higo, una de las variedades más espectaculares.
Las camelias Higo no constituyen en realidad una especie, sino cultivares de Camellia japonica creadas a partir de hibridaciones controladas y/o mutaciones al azar de especies y cultivares, mantenidas durante años en secreto por los samuráis.
A principios del siglo XVII la sede del gobierno de Japón fue trasladada a Edo (actualmente Tokio) por el Shôgun Tokugawa leyasu, primer Shôgun del shogunato Tokugawa y terminó en 1868, año en que finaliza el período Edo con la Restauración Meiji. Aunque el Emperador era el legítimo gobernante, el Shôgun tenía autoridad para gobernar en su nombre.
Durante este período, en Japón sólo había dos clases sociales capaces de crear nuevas variedades de camelia, ya que eran los únicos que disponían de tiempo, recursos y conocimientos: los sacerdotes y los Samuráis. Durante muchos años, sólo la más alta nobleza estuvo autorizada para poseer, e incluso admirar estas flores. Hasta mediados del siglo XIX este orden fue mantenido por un Shôgun que tenía bajo su mandato a todos los Samuráis de su feudo.
Afortunadamente, los samurais no sólo eran grandes guerreros, sino también aficionados al arte, la pintura, las letras, la poesía y la floricultura. Sus esfuerzos por crear impresionantes camelias se centraban en satisfacer a sus maestros y al Emperador.
Más tarde, ampliaron su devoción incluyendo a sus familias, ya que uno de los deberes que figuraban en el código moral de los Samuráis era la devoción y el respeto por sus progenitores y antecesores.
El mayor número de cultivares Higo se creó entre 1826 y 1860, cuando los más importantes y prestigiosos Samuráis y sus herederos, fundaron una asociación (Hanaren) para preservar y cuidar las extraordinarias flores Higo. Durante este período, las familias de los Samuráis fueron las únicas que podían poseer camelias Higo. Debido al secretismo que cada familia mantenía alrededor de sus obtenciones (solo para disfrute del Emperador y de algunos miembros de la propia familia), nunca se conoció exactamente el número y tipo de ellos. Se sabe eso sí, que la obtención de cada cultivo responde a un largo y laborioso proceso creativo y la elección del nombre refleja el espíritu de un lugar o un fenómeno natural que la flor representa para el obtentor.
Todas estas camelias fueron designadas con el prefijo ‘Higo’, y todas poseen estambres peculiares y colores característicos.
Las camelias Higo se formaron por la unión de Camellia japonica con, quizás, otras especies de camelia, bien mediante mutaciones naturales o hibridaciones controladas. Los orígenes de esta flor todavía constituyen un misterio no revelado, y su creación artificial no está oficialmente admitida. El misterio que rodea sus orígenes añade mayor encanto a estas delicadas flores, y aunque es muy probable que, unos cuantos siglos atrás, un pequeño grupo de expertos realizase ciertas hibridaciones con las que se originaron las primeras variedades, también se dice que en la época de los Samuráis la hibridación controlada no se conocía, por lo que todas las variedades Higo eran el resultado de hibridaciones naturales llevadas a cabo por pájaros e insectos. El secreto fue transmitido generación tras generación y todavía se mantiene.
Fuese como fuese, la combinación de los elementos que componen la flor es única y el color brillante de los numerosos estambres contrasta con las anteras doradas y el número limitado de pétalos de sorprendente color.
Así, la estética ideal a la que todas las flores de Camelia Higo tienen que aspirar se describe como Regla Go Ben Sankaku, donde Go significa 5, Ben pétalos y Sankaku se refiere al triángulo que deberían formar los tres pétalos principales. Para que una camelia sea considerada Higo debe reunir ciertas características especiales de simplicidad y luminosidad, como la forma plana o en forma de platillo, tener de 5 a 9 pétalos que se abren en un plano en las 4 direcciones (los 4 puntos cardinales) y ser grandes, consistentes y brillantes, además de estar registradas en la Higo Camellia Society.
Todas las flores de Camelia Higo tienen que aspirar se describe como Regla Go Ben Sankaku, donde Go significa 5, Ben pétalos y Sankaku se refiere al triángulo que deberían formar los tres pétalos principales
De las 118 variedades localizadas hasta el momento, existen flores de unas 20 tonalidades, desde el blanco al rosa, crema, escarlata y rojo, siempre con un brillo excepcional y sus hojas oscuras, yemas redondeadas, tronco y ramas, también presentan características especiales que les diferencian de cualquier otra camelia.
¡Un verdadero espectáculo de la naturaleza!