El uso de los capullos de seda ha sido durante siglos uno de los secretos mejor guardados de las geishas, símbolo de belleza y admiradas en todo el mundo por lucir siempre una piel perfecta gracias a los cuidados y rituales de belleza que llevaban a cabo. Con una rutina simple pero eficaz, el Ritual Saho combina el aceite de camelia con la suavidad de la seda para mantener una piel impecable a cualquier edad.
Un ritual inspirado en la ceremonia del té, en el que para preparar una taza perfecta hay que seguir una serie de cuidadosos pasos.
Así, una o dos veces por semana, tras la limpieza, se aconseja realizar una suave exfoliación siguiendo la técnica asiática de los Capullos de Seda, acompañada de un ligero masaje circular, con el que lograremos una piel radiante y luminosa. El mejor ritual de belleza para la piel.
PROPIEDADES
Las propiedades naturales como exfoliante de los capullos de seda son:
- Sericina: Con propiedades hidratantes y con más de una veintena de aminoácidos, antioxidantes naturales. Esta proteína se disuelve en el agua caliente y aporta un cuidado reparador de la piel. Los poros se purifican y el grano de la piel se afina con el tiempo.
- Fibroina: Proteína que constituye la fibra de la seda, tiene propiedades exfoliantes, a la vez que es suave para la piel. Su estructura rugosa es ligeramente abrasiva, por lo que limpia en profundidad, absorbiendo las impurezas y eliminando la piel muerta.
APLICACIÓN:
La aplicación de estas dos proteínas en estado puro, directamente sobre la piel, nos permite beneficiarnos de uno de los cuidados faciales más lujosos que nos ofrece la naturaleza.
El uso regular de los capullos de seda como suave exfoliante, ayuda a promover la activación del metabolismo de la piel, nutrirla y dejarla cómoda, flexible y brillante.
Masaje exfoliante y activador de la circulación:
- Preparar un tazón de agua tibia, poner el capullo en agua hasta que se humedezca.
- Colocarlo en el dedo índice.
- Masajear suavemente la cara con el capullo con masajes circulares.
- Limpiar la cara con agua tibia para lavar la piel muerta exfoliada.
Especialmente eficaz en la los poros de la zona T de la nariz y la frente.
Puedes además lavar el capullo y utilizarlo hasta en cuatro o cinco ocasiones . Te enamorarás!